Siempre he sido una amante de la comida, pero durante muchos años la cocina no despertó mi interés. Me fascinaba probar nuevos sabores, descubrir la historia detrás de los platos y conectar con diferentes culturas a través de la gastronomía. Sin embargo, nunca me vi en la necesidad de cocinar. Crecí en Colombia, donde es común contar con alguien que ayude en casa con la cocina, y mi madre, una mujer trabajadora y determinada, tampoco tenía el tiempo ni el gusto por cocinar.
Todo cambió cuando llegué a Alemania en 2014. De repente, estar lejos de casa me hizo extrañar esos sabores que me conectaban con mis raíces. Fue entonces cuando me di cuenta de que, a través de la cocina, podía traer a mi mesa un pedacito de mi tierra.
Uno de mis primeros trabajos en Berlín fue en la Embajada de México, donde tuve la oportunidad de aprender de un chef increíble que me enseñó a preparar tinga de pollo y tacos de mole desde cero. Inspirada por esa experiencia, comencé a cocinar para mis amigos, experimentando con recetas nuevas y redescubriendo los platos tradicionales de mi infancia.
Claro, no todo fue perfecto desde el principio. Recuerdo mi primer intento de hacer frijoles colombianos: los cociné durante horas y nunca se ablandaron. Me sentí completamente frustrada, hasta que descubrí que estaban "pasmados" (como decimos en Colombia cuando los granos no se cocinan bien).
Ahora miro atrás y me río, porque después de varios intentos, logré crear mi propia receta de frijoles que me transporta a la casa de mi abuela.
En 2017 decidí lanzar Colombian Foodie, un blog que inicialmente estaba enfocado en recetas plant-based, pero que con el tiempo evolucionó hasta convertirse en lo que es hoy: un espacio donde celebro mis raíces a través de la cocina.
Aquí comparto recetas tradicionales, ingredientes que me hacen sentir en casa y la manera en que combino sabores para reinventar platos de mi infancia.
Mi misión con este blog es inspirarte a cocinar sin miedo, a probar, a equivocarte y a intentarlo de nuevo hasta que encuentres tu sazón. No importa si nunca has cocinado antes, lo importante es hacerlo con amor y paciencia. La cocina es un viaje, y me encantaría que lo recorriéramos juntos.
¡Gracias por visitar mi página! Espero que disfrutes las recetas tanto como yo disfruto compartirlas contigo.
