AREPAS DE MAÍZ TRILLADO
- Carolina Caicedo
- 14 jul
- 2 Min. de lectura

Sabor de calle, hecho en casa
Llevo 11 años viviendo en Berlín, y lo que hace una década parecía imposible, hoy es una deliciosa realidad: ¡hacer arepas de maíz real en casa! Sí, de ese maíz que tiene fibra, textura y el sabor auténtico de las arepas que uno encuentra en los puestos callejeros en Colombia, como los que hay en Cali desde las 5 de la mañana, con aroma a brasa y café recién hecho.
Esta receta es mi homenaje a esas arepas que nos conectan con lo más cotidiano y hermoso de nuestras raíces: la gente trabajadora que, desde temprano, sale a ganarse la vida con una arepita caliente entre las manos.
Después de muchos intentos y experimentos, encontré la forma que más me gusta. Aquí te la comparto, sin necesidad de medidas exactas ni complicaciones, solo con ganas de conectar con lo nuestro y disfrutar del proceso.

Ingredientes
Maíz trillado (puede ser también maíz blanco entero, solo ten en cuenta que tarda más en cocinar)
Agua
Sal al gusto
Puedes conseguir maíz trillado en tiendas latinas, asiáticas o por internet (busca "maíz trillado" en tu navegador y verás varias opciones según el país donde estés).
Preparación
La noche anterior, lava bien el maíz y déjalo en remojo con abundante agua. Asegúrate de que el agua lo cubra unos 4 dedos por encima.
Al día siguiente, cocina el maíz con el agua del remojo. Yo uso una olla a presión (Instant Pot en modo High) durante unos 25 minutos. En una olla tradicional puede tardar una hora o más. Solo asegúrate de que el grano quede bien blandito y que no se seque el agua.
Una vez cocido, escúrrelo bien. (Tip: guarda una tacita de maíz con su agua para hacer mazamorra casera. ¡Nada se desperdicia!)

Muele el maíz. Aquí tienes tres opciones:
A la antigua, con molino manual (aunque limpiarlo es otro cuento...).
En un procesador de alimentos, en tandas pequeñas si es de poca capacidad.
O como yo lo hago ahora: con el molino de la KitchenAid, usando el disco de agujeros medianos. ¡Súper práctico!
Agrega sal al gusto y amasa a mano. Para 500 g de maíz suelo usar 1 ½ cucharadas de sal, pero tú ajusta a tu gusto.
Forma las arepas con las manos o entre dos plásticos usando una tabla para aplanarlas. Las mías suelen tener entre 3 y 6 mm de grosor, según el antojo. Puedes rellenarlas con queso o agregar a la masa un poco de mantequilla.
Ásalas en una sartén bien caliente, o mejor aún, en una parrilla si tienes. Así quedan con ese tostadito irresistible.
Un pedazo de Colombia en cada mordisco
Estas arepas de maíz trillado tienen ese sabor que reconforta, que sabe a casa, a infancia, a calle. Las puedes acompañar con queso fresco, hogao, un café tinto o simplemente solitas, porque ya de por sí son una maravilla.
Anímate a prepararlas y cuéntame cómo te va. ¿Tienes algún truquito especial? ¡Te leo en los comentarios!
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